miércoles, 11 de marzo de 2009

AFRODISMOS (a propósito de las mujeres)

ALGUNOS AFORISMOS SOBRE MUJER

Cómo puede un hombre amar sexualmente a una mujer? No sin haber renunciado al objeto primordial que es la madre y al goce que se refiere a ella.

No obligaré a las mujeres a medir en la horma de la castración la vaina encantadora que ellas no elevan a significante.

La mujer pobre es seductora porque no pide nada al fantasma del hombre…rica en voluptuosidad o beatitud

En el inconsciente que Freud descifra, descubre que el otro Sexo, que inscribiría la diferencia femenina, no está allí.

No todas son mujeres, por supuesto.

Decir que la mujer no existe, quiere decir que la mujer no es mas que uno de los nombre del goce…real. Y las mujeres que sí existen, dónde? En un lugar diferente a la castración masculina, otro lugar. Ese lugar no es suplementario al goce fálico masculino, por ello no es otro sexo, es Otro absoluto.

En el amor, por la gracia del deseo del partenaire, la falta (femenina) se convierte en un efecto casi compensatorio: ella llega a ser lo que no tiene. Es decir que su falta es positiva.

Lugar de la mujer: ser el falo, ser el objeto causa de su deseo, ser el síntoma en que fija su goce. No hay mas.

La mujer al ser histérica es también histórica, cambia de aspecto según la época.

Ningún argumento feminista liberará a las mujeres de su cruz…fálica.


Decir del ser enamorado: no puedo decir lo que eres para mi, pero me muestras lo que soy ¡qué felicidad!

Diferencia de los sexos: ostentación viril y mascarada femenina, que no son homólogas ni complementarias. La ostentación viril “feminiza”. La mujer para incluirse en la pareja sexual, debe no tanto desear, sino hacer desear, o sea moldearse a las condiciones del deseo del hombre.

No hay reciprocidad, es una mentira. Para las mujeres la instancia del semblante se encuentra acentuada, por ello se visten con los colores enunciados por el deseo del Otro.

En la demanda de amor abunda lo imaginario.

Los hijos como resto de la relación sexual, pueden obstruir la falta fálica, pero ellos no son causa del deseo femenino ya que dicho deseo entra en juego en el cuerpo a cuerpo sexual.

Para un hombre siempre está presente el fantasma de la relación sexual, para ella en cambio el semblante fetichizado de su partenaire. Ella ama sus atributos, él es un coleccionista.

Todo el que ama a las mujeres sea hombre o sea mujer es en rigor heterosexual.

Qué quiere la mujer? No quiere tener, ni ser en la demanda de amor. Simplemente gozar tanto como él desee.

El hombre es apelante del sexo, la mujer partidaria del deseo, por tanto siempre serán rivales.

El goce femenino está envuelto en su propia contigüidad, un goce que no cae bajo la barra del significante, que está forcluido de lo simbólico, el goce femenino escamotea. El goce masculino es idiota: goza del órgano, el goce femenino es extasiado, no se sabe dónde, no se sabe de qué, de un goce deslocalizado y cuya causa escapa.

la histérica es una esclava que busca un amo a quien gobernar.


Femenino e histérico son diferentes. Por ello la frontera entre los dos términos debe ser precisada. Las histéricas de hoy a diferencia de las Freudianas no se niegan a ir a la cama.